VALLE DE ALCUDIA

Hace ya miles de años nuestros antepasados persiguieron y para nuestro deleite supieron plasmar en la roca la magia de estas tierras, de sus animales, de sus plantas, de su gente.

Desde la época de la Mesta la actividad del Valle de Alcudia ha sido principalmente la ganadería, sus pastos eran apreciados y conocidos en toda la Península, por lo que la zona ha sido origen y destino de innumerables viajes trashumantes.

El Valle de Alcudia es una de las zonas menos pobladas del mundo.

Lejanos y amplios horizontes de pastizales y hermosas dehesas, agrestes sierras, grandes águilas y buitres, incomparables puestas de sol.

Son tierras muy hermosas y a la vez muy duras, tierras que han esculpido el carácter de sus gentes, rudas y curtidas, pero a la vez afables y de gran nobleza y corazón.

Sirvan estas palabras de homenaje a estas tierras y a su gente.

ÁNGEL VICENTE ARREDONDO

La vasta riqueza natural que atesora el Valle de Alcudia ante los ojos del fotógrafo Jesús Monroy (Almodóvar del Campo, 1978) adquiere una dimensión que va más allá del paisaje.

Los motivos cromáticos de los campos cultivados, la textura de las dehesas salpicadas de encinas conforman un territorio que habla de una manera profunda de los saberes y renuncias de los pueblos que lo habitan.

Y aparecen, así, las romerías y las cacerías; las labores agrícolas y los trabajos ganaderos; las fiestas de guardar y los encierros.

Alejado de toda retórica o artificio Monroy, que ha trabajado para el periódico El Día y desde diciembre de 2012 desempeña su labor profesional a través de ALUMBREfotografía, presenta “Donde la tierra hace al hombre”, una treintena de instantáneas que a través de una mirada impresionista configuran un territorio visual, tal vez, sentimental.

MARIÁN GASCÓN